Oración voluntaria n.º 1

Y entonces mi madre dijo que ella tampoco se lo esperaba y que había sido una sorpresa bastante sorprendente, que al principio le había sentado como un tiro, pero que al final estaba segura de que todos íbamos a ser muy felices porque un niño recién nacido, decía mi madre, traía mucha alegría a las familias, aunque las familias no quisieran al principio a ese recién nacido ni por asomo, pero como ese recién nacido luego tenía una gracia que te morías, esas mismas familias, que al principio  [...] no querían ni verlo, lo pasaban de muerte en el futuro riéndose a mandíbula batiente con las gracias del recién nacido ese.

Elvira Lindo, Mejor Manolo

No hay comentarios:

Publicar un comentario